viernes, 17 de diciembre de 2010

Pérdida de un cuerpo etéreo.


Se encontraba mirando el mar; Se hallaba degustando de su belleza, viendo el hermoso reflejo de la pálida luna sobre las olas. Aunque ya dejaría de hacerlo, pues las nubes de lluvia ocultaban la luna; el mar se estaba poniendo algo turbio.

Su cabello hacía contraste con el color de la noche, Este también se podía mover al ritmo del viento. El frío la hacía lucir más pálida, mucho más. Sus labios rosados. Sus mejillas también. Hacía una perfecta armonía. Todo matizaba. Todo hacía el juego perfecto.

Su presencia incandescente se sentía por toda la ciudad. La gente la tildaba de ser bellísima, pero apartada. Todos la conocían, pero nadie conocía su identidad. Era un cuerpo etéreo.

Se acerco un poco más al mar, podía sentir el roze. Le refrescaba. Era un sentimiento glorioso. & así al poder estar feliz, pudó irse desvaneciendo poco a poco. Una vez más.

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