jueves, 30 de diciembre de 2010

Despedida.

Ese día hacía más frío que nunca, era el día de mi partida. Apareciste de la nada, me saludaste, me tomaste de la mano & en el último momento, antes de irme;te acercaste & me susurrasté en el oído:

-Quieres una taza de café?

Lo pensé un momento & luego dije:

-Sí. -asintiendo con la cabeza.

-Pero perderás el vuelo.

-Lo sé.

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