Ese día me levanté repentinamente ¿dónde estaba? Era un hermoso lugar, cálido, fresco, se sentía la fragancia de las rosas, se podía ver el rocío en ellas claramente. Caminé un poco más por el lugar, para tener idea de dónde podría encontrarme. Frené en seco súbitamente, sentí algo detrás de mí; gire lentamente y cuando me di cuenta había un pequeño gato siguiéndome -¿qué haces aquí? Gritaron, no supe que responder así que seguí caminando con indiferencia ¿debí haber respondido algo? Pues si era así ya no podía hacer nada para cambiarlo, puesto que ya estaba alejada de donde me hallaba encontrada hace unos minutos.
Mientras más caminaba me daba cuenta de muchas cosas, cómo que era una pequeña aldea, se veía que la cuidaban mucho, estaba llena de chozas, era más bien un lugar místico, era diferente. No, no era como las grandes ciudades, no tenía carreteras pavimentadas, no tenía grandes edificaciones, tampoco tenía centros comerciales ni mucho menos, no tenía una pútrida masa, no tenía algo que lo infectará aparentemente.
Lo único que carcomía mi mente era el por qué me encontraba allí, no recordaba nada de eso la noche anterior, y además para ser un lugar tan perfecto era algo irreal, la perfección aquí no existe sólo somos humanos vacíos, que seguimos a todo el mundo para llenar aquello que no somos ¿para qué fingir ser algo? ¿Para qué copiar estereotipos erróneos y patéticos? ¿Por qué nos guíamos de una persona que no tiene si quiera conocimiento alguno a aquello que nos enfrentamos? Bien, aún hay gente que puede ir por un buen camino.
Mientras exploraba cayó el crepúsculo, no me detenía, las calles recubiertas de flora y eran muy vívidas también tenían una esencia mágica. Noté también algo muy peculiar fueras a donde fueras se escuchaba una melodía lejana recorriendo tu cuerpo; tenía algo extraño, no me daba un buen presentimiento, la melodía era efímera pero se quedaba en tu cuerpo, y de allí no volvía a salir, era como un control, un dulce control.
Vi que cerca a donde ahora me encontraba había un reloj antiguo, era hermosa, tallado de una manera impresionante. Lo que me pareció algo bizarro fue que las manillas no se movían, me acerque más para ver si el reloj estaba dañado, pero aparentemente no lo estaba, aparentemente todo estaba bien.
En algún momento algo saldrá mal, habrá una faceta nunca vista, la cual mostrará lo que realmente es. Mientras esa clase de pensamientos invadieron mi mente, pase por un momento de esquizofrenia, en cierto modo desconfiaba de este lugar.
Cuando aclaré mis pensamientos, llego la noche. La luna carmesí estaba hermosa, pero en la noche todo cambió, ya no sentía el ambiente de antes, ahora se podía oler una esencia pútrida y repugnante, se sentía inseguro y lleno de pensamientos corrompidos y sucios, salí corriendo y mientras me devolvía las chozas se habían convertido en bares y prostíbulos, ¡era espantoso! Estaba toda la gente regada en el suelo, muerta.
El reloj ahora corría y era como un tele transportador, gracias a él logré salir de esa apestosa aldea. Luego pensé ¿por qué había estado allí? Unos minutos después logré obtener la respuesta, era sencillo últimamente había estado pensando que la gente era toda igual, fue una visión de lo que sentía, esto me confirmo lo que pensaba. Estamos en un mundo donde la masa rige a otra masa y solo aquellos que realmente quieran luchar, salen del camino usual.
Todos seres humanos, todos vacíos, en un mundo en el cual ya hasta nuestros propios ideales hemos perdido.
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